¿Apple perdió la imaginación? El nuevo iPhone 17 y el marketing nostálgico, de la revolución del iPhone a la nostalgia como estrategia.

En 2007, Steve Jobs presentó el primer iPhone, y cambió para siempre la manera en que nos comunicamos, trabajamos y nos entretenemos. Fue un salto disruptivo. Hoy, tras casi dos décadas, nos encontramos con el lanzamiento del iPhone Air: el más delgado de la historia, con un diseño impecable… pero ¿realmente innovador?

Apple acaba de presentar su más reciente «joya»: el iPhone 17, un dispositivo que, entre sus modelos, es ultradelgado, elegante y tecnológicamente capaz; hablo del iPhone Air… ¿pero innovador? Lo cierto es que cada vez cuesta más ver un salto disruptivo entre generaciones, y Apple parece depender hoy más del marketing emocional que del cambio real.

¿Dónde quedó la innovación real?

Algunos analistas critican a Apple por priorizar actualizaciones estéticas o incrementales, en lugar de revolucionarias. Incluso antes del evento, varios expertos en tecnología y seguidores de Apple, comentaba que la empresa está “jugando a lo seguro”, y con el iPhone 17, está afirmación se dio de forma integral, no hay nada que manifieste un cambio significativo, se nota cada vez que Cook no es Jobs.

Otros inversionistas han señalado que la estrategia de IA de Apple (con Siri como punto débil) es casi “vergonzosa” en comparación con el hardware presentado por Benzinga. El iPhone Air, aunque bonito y liviano, fue ampliamente ridiculizado en redes por su batería supuestamente débil y limitada cámara, especialmente comparado con modelos como el Pixel 9.

Ahora bien, a que apuesta ¿Realidad o nostalgia?

Desde el revolucionario iPhone original (que redefinió el teléfono móvil que hoy todos conocemos) hasta los modelos modernos, el cambio ha pasado de lo paradigmático a lo evolutivo. Hoy, Apple parece capitalizar más la emoción, ya que, el reto era crear nuevas rupturas técnicas y tecnológicas, hoy se basa más en lo seguro, en lo que funciona, cómo lo es el iPhone 17 como un claro ejemplo, de diseño refinado, gran rendimiento, pero poca sorpresa.

Reflexión para el marketing

El caso Apple nos recuerda que
1. El valor percibido no siempre depende de la innovación técnica, sino de la construcción simbólica que la marca hace.
2. Apple vende más que un smartphone: vende estatus, pertenencia y continuidad cultural.
3. El reto está en que las nuevas generaciones, más críticas (Generación Z y Alpha), podrían no conformarse con marketing nostálgico y exigir innovaciones reales.

Podemos concluir que Apple no ha perdido clientes, ha perfeccionado el arte de retenerlos con marketing emocional más que con tecnología disruptiva. Pero… ¿Cuánto tiempo más podrá sostenerse esta estrategia?

#Marketing #AntropologíaDelConsumo #Apple #Innovación #Estrategia #Profemadd

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *